ESTA ES MI HISTORIA

Por Lydia Cueto.........


¡BUM! Volvió a caer una bomba justo en la casa de al lado.
Cogí a mis hijos y nos fuimos lo más rápido posible al refugio que había a tan solo quinientos metros de nuestra casa.
Permanecimos allí dos noches e íbamos a pasar la tercera, pero nos ofrecieron coger una patera pagando muchísimo dinero, para poder entrar en Europa y librarnos de aquel horror, evitando que nuestras vidas siguiesen corriendo peligro cada segundo que pasaba.


Cogimos la patera en Latakia, localidad Siria en la que vivíamos hasta que comenzó esta terrible guerra y donde mi marido había perdido la vida el año anterior en un tiroteo cuando regresaba a casa del trabajo.
Teníamos mucho miedo porque al ser tanta gente, la pequeña embarcación se podía volcar, hundir, romper…, pero después de una larga noche llegamos a tierra.

Al bajar unos señores nos ayudaron, ofreciéndonos mantas y comida. No sabéis lo bien que se portaron con todos nosotros.
Luego nos llevaron a una especie de tiendas de campaña y nos ofrecieron comida y productos básicos para el aseo.

Allí pasamos varios meses hasta que nos dieron alojamiento y pude conseguir un empleo para poder mantener a mi familia.
Actualmente además de en mi trabajo colaboro como voluntaria en una ONG ayudando a gente que ha pasado por lo mismo que yo.

No me arrepiento absolutamente nada. Haber gastado mis pocos ahorros en el viaje en patera para poder llegar hasta aquí ha merecido la pena, porque ahora mis hijos y yo tenemos un futuro.